Allí está ella; exactamente igual
que como la recordaba. Siempre rodeada de hombres; elegante, guapa,
irresistible, admirable, inalcanzable…
Es
la reunión anual de alumnos; a mi nunca me han hecho gracia esta clase de
eventos, en los que solo se habla de los logros que se han obtenido durante el
tiempo que no nos hemos visto, y en las que hay que acudir de traje y corbata,
para aparentar ser más de lo que se es en realidad. Pero debido a la
insistencia de mi amigo, he decidido acudir y aquí estoy.
No
hemos cambiado nada, bueno sí; estamos más viejos, con más años, más arrugas,
unos con canas y otros casi calvos, con barriga cervecera, porque esos cuerpos
atléticos hace tiempo que quedaron atrás; y hablamos como he dicho de los
logros que hemos podido conseguir, porque no vale decir que te has estancado en
un trabajo mal pagado en el que llevas 20 años, pero que te da de comer y paga
tu gastos; eso no está bien; hay que adornar las cosas y hacerles creer que has ido ascendiendo en tu lugar de
trabajo y que ahora eres jefe de lo que sea, aunque nadie se lo crea, pero la
cuestión es aparentar. Y recordamos las fechorías y aventuras, también
adornadas, que tuvimos en aquellos años de estudiantes.
Pero
entre tanto yo no puedo dejar de mirar
de reojo a Adriana, tan espectacular como siempre, bueno no, mucho más
espectacular que como la recordaba; más guapa, más esbelta, más…..más de todo.
Pero como siempre también, a mi no me hace ni caso, eso creo que es lo único
que ha variado en estos 20 años.
He
bebido ya bastante, me aburro tanto que no hago otra cosa que hacer como que
escucho y beber. Mi cabeza está empezando a darme vueltas, me siento mareado,
así que voy a ir al aseo a refrescarme un poco la cara.
No
hay nadie cuando entro, así que estoy un
momento tranquilamente despejándome; abro el grifo y dejo correr el agua para
que salga bien fría, cojo una cantidad con mis manos y me la aplico en mi cara,
y a la vez oigo que se abre la puerta (se acabó la tranquilidad) y al mirar por
el espejo (acto reflejo) para ver quién es, me quedó paralizado….ADRIANA…..
apoyada en la puerta, mirándo mi reflejo en el cristal, sonriendo(me)…. Me
quedo petrificado, no sé qué hacer, ni qué decir, no cómo reaccionar, soy
incapaz de moverme….
Y
veo como ella se va acercando, con su sonrisa, su peinado perfecto, su vestido
ceñido, su escote….debe ser un espejismo, una alucinación debido a todo lo que
he bebido….se acerca peligrosamente, y sigue mirándome por el espejo, y ahora
veo que se me rodea la cintura con sus manos y me besa el cuello, y encamina sus manos hacia mi sexo (me estoy
empalmando y siento sus caricias, así que no debe ser un espejismo..)
Está
soltando mi cinturón, y el primer botón de mi pantalón, y el sengundo y el
tercero, sigo sin poder moverme, estoy con las manos apoyadas en el lavabo y me
dejo hacer…
Sigue
besando mi cuello, y me susurra al oído, no sé lo qué me dice, estoy demasiado
sorprendido para pensar, hablar o escuchar, solo siento…..siento su mano en mi
pene, me baja los pantalones, y mete la mano en el slip, y me manosea, me
masturba, cada vez estoy más empalmado, y lo libera del slip, y lo mira a
través del espejo, levanta la mirada y me mira a mi, con esos ojos negros que
traspasan a cualquiera.
Me
da la vuelta, poniéndome de espaldas al espejo, y entonces me besa la boca,
pero solo un momento, porque enseguida se agacha y se queda con su cara frente
a mi polla, dura, durísima, y húmeda ya, con un hilillo de líquido que ella
recoge con su lengua; me estoy agitando, tengo el pulso acelerado, ya no sé si
estoy mareado o no, solamente sé que lo que me está haciendo me eleva al cielo,
me excita al máximo, y no tengo noción del
tiempo ni del espacio.
Su
lengua traviesa recorre mi verga, hasta llegar a los testículos, y se los mete
a la boca, y los masajea, mientras agarra mi polla con la mano y me va
masturbando; ahora hace el recorrido inverso, deja mis testículos, y llega
hasta la punta, y juega con su lengua, rodea mi capullo con ella, y sus labios
se acercan. Su mano no deja de acariciarme, hasta que se la mete en la boca, y
me la chupa con ganas, la lame, la succiona, cada vez más rápido, estoy a punto
de correrme, pero no puedo hablar porque sigo igual de sorprendido o más, y soy
incapaz de decir nada, solo jadeo, cada vez más.
Adriana
sabe que voy a explotar, pero no se retira, al contrario, me la come con más
ansia, y me masturba con más ganas, se la mete entera en la boca, hasta que
consigue que todo mi semen se derrame en su boca y se lo trague hasta la última
gota, y yo no puedo parar de gritar de placer, mi cuerpo reacciona con espasmos
al llegar al éxtasis, y ella sigue aún chupándomela un momento después de
haberme corrido en su boca, hasta que recupero mi respiración y pensando que si
sigue así me volveré a excitar otra vez….
Pero
no, no es el caso, Adriana, se levanta, me besa en la boca (sabe a mi, creo),
sonríe, y sin decir una palabra se va, dejándome allí, apoyado en el lavabo,
con los pantalones y los slips en los tobillos, y sin conseguir reaccionar ante
la experiencia que acabo de tener… y en una fracción de segundo entra mi amigo,
mareado también, con la camisa ya fuera del pantalón, y el nudo de la corbata
casi desabrochado para que no le apriete; y empieza a reírse a carcajadas ante el cuadro
que le debo parecer, pensando en la borrachera que llevo por verme así, en vez
de lo que en realidad me ha ocurrido…
P.D.:
me apunto sin falta a la próxima reunión de antiguos alumnos
Miren, me encantaría que fue tú fueras Adriana...Tengo la polla empapada y goteando de tanta excitación
ResponderEliminarwawwwwww idola..... mmmmm, creo que me pensaré lo de asistir a la próxima reunión de antiguos alumnos, quien sabe, igual me encuentro a algún Adrián, jejejje... buenísimo relato!!!
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