Y una segunda vez, y una tercera, espaciadas en el tiempo........
Él le decía a ella que la deseaba, que sentirla era un placer para los sentidos, que su piel era tan suave que se pasaría la vida acariciándola; la miraba a los ojos y sonreía, y ella contestaba con un gesto tímido, de incredulidad por una parte y de emoción por otra.......le decía tantas cosas.......todo lo que una mujer quiere escuchar.......
Él se despedía, y ella le decía siempre "ven a visitarme más a menudo"; y él sonreía, y se iba.......
Ella le preguntaba a él si le gustaba estar con ella, y la respuesta siempre era afirmativa; en esos cortos espacios de intimidad, el mundo dejaba de existir; y ella se creía la única mujer en el mundo, la más afortunada, la más deseada, la más querida......
Pero esos espacios se iban haciendo cada más largos en el tiempo; y esos piropos ya casi no existían en las palabras de él; sus conversaciones eran escasas, mecánicas, educadas, y frías........totalmente frías...... Hasta que acabaron desapareciendo........
Y ella se dio cuenta que no era única en el mundo, no para él, y que tampoco la quiso, ni siquiera un poquito, y que sus palabras estaban llenas de engaños, de mentiras que él estaba acostumbrado a repetir una y otra vez a mil y una mujeres; que ahora ella ya no le interesaba, porque ya la había conseguido, y la podía tener cuando quisiera....... se dio cuenta que le gustaban los retos, que insistía una y otra vez hasta lograr su objetivo, y que una vez conseguido, ya perdía el encanto que tenía para él........
Se dio cuenta, que vivió en una burbuja de cristal, y que todo lo que él le dijo, era mentira..........
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