Todo ocurrió en una fracción de segundo, antes de que pudiera darme cuenta ya me había ordenado quitarme la ropa, y tumbarme en la mesa.
Estaba indefensa, desnuda ante él, pero me sentía bien.
Cerré los ojos, y me dejé llevar.....sus manos expertas empezaron a explorar mi cuerpo, hasta acabar entre mis muslos....
Yo era suya, y por supuesto, dejé que sus manos hicieran su trabajo, disfrutando al máximo de ello....
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