Voy despacio, no tengo prisa; saboreo el momento.
Cojo tu polla con mi lengua, y poco a poco me la voy introduciendo en mi boca,
te devoro, la chupo y juego con mi lengua, y te gusta, tu cuerpo me lo dice, tu respiración, tus espasmos, tus gemidos me lo confirman...
Siento el sabor de tu miel, estás a punto de correrte, lo sé...
Ya no puedes más, vas a explotar...
Pero yo no retiro tu miembro de mi boca,
no quiero,
quiero que te corras en mi boca y saborearte entero...
Cojo tu polla con mi lengua, y poco a poco me la voy introduciendo en mi boca,
te devoro, la chupo y juego con mi lengua, y te gusta, tu cuerpo me lo dice, tu respiración, tus espasmos, tus gemidos me lo confirman...
Siento el sabor de tu miel, estás a punto de correrte, lo sé...
Ya no puedes más, vas a explotar...
Pero yo no retiro tu miembro de mi boca,
no quiero,
quiero que te corras en mi boca y saborearte entero...
Llega el momento, siento
como tus venas se hinchan, tu verga me lo dice, y susurras que te vas a correr…
Sigo comiéndotela, acelero mis chupadas, y noto el calor de tu semen en mi
boca, caliente, viscoso……sigo despacito hasta tragarme todo, y cuando tu me lo
pides, paro. Entonces te miro, y sonríes, y sonrío…
Es tu turno…me pides que
me tumbe en la cama, y lo hago; separas mis piernas, me abro a ti, mi sexo
libre, dispuesto a ser lamido y saboreado. Te hundes entre mis piernas, te
gusta mi olor, y mi sabor, y tu lengua experta sabe muy bien lo que tiene que
hacer. Dibuja círculos alrededor de mi clítoris, y consigues que se hinche
hasta el límite, y tragas todos los líquidos que haces que salgan de mi
interior.
Recorres mi coñito
entero, no te olvidas de ningún rincón, besas mis labios, los abres, te
deleitas con ellos, me limpias entera para volver a mancharme otra vez por la
excitación que me produces y vuelves a mi clítoris, te encanta mi clítoris,
grande, generoso…. Haces que me retuerza por tus caricias, y también gimo, y mi
pulso se acelera, y mis gemidos se convierten en gritos cuando ya no puedo más
y me corro en tu boca…
Tu también sigues
comiéndome hasta que te digo que pares, y me miras y sonríes, y sonrío.
Y te acuestas junto a mi
en la cama, me acomodas para que apoye mi cabeza en tu pecho, noto tu respiración,
y así, recuperándonos los dos, sin decir nada, con mi cabeza en tu pecho y tu
brazo rodeándome, nos quedamos extasiados mirando al techo, y felices….
No hay comentarios:
Publicar un comentario